Weak

Hola, esta es mi primer entrada. La realidad es que nunca antes consideré la opción de tener un blog hasta que el hombre que amo me dijo que debería tener uno.

El problema es que no me lo dijo porque realmente cree que tenga dones para la escritura ni nada por el estilo, y yo sé bien que tampoco los tengo. Me gusta mucho leer pero soy mala escribiendo (aunque soy peor hablando, supongo). Mi novio me dijo eso porque está harto de escucharme. Si él no tiene ganas de escucharme hablar sobre un determinado tema, empieza una discusión por ello que termina en un "anda a hablar con otra persona o create un blog". Él es la persona en la que más confío y me gusta hablar con él. Pero no así, no así cuando me siento tan poco importante. Mis opiniones no le importan realmente. Cree que quiero discutir y no, solo quiero hablar. Expresarme. Y que alguien me escuche, o lea.

Así que acá estoy, escribiendo esto y sintiéndome patética porque de alguna forma le estoy haciendo caso. Pero es que, qué más puedo hacer? Ya lloré lo suficiente y él, sabiendo esto, no se acercó a mi. Le molesta que llore, no porque odie verme triste, sino porque le saca de quicio. Aparentemente, no debería llorar por estupideces y lo único que hago es exagerar y actuar.

Siento que muchas veces no me entiende. A veces ni yo misma me entiendo, porque estoy en una búsqueda constante de respuestas. Pero eso no le da derecho a nadie, ni siquiera a él, de decir que me conoce mejor de lo que yo me conozco a mi misma.

Cansada de que me subestimen. Cansada de sentirme inferior. Cansada de sentirme incomprendida por alguien que a esta altura debería entender mi manera de expresarme. Hago mal en decir lo que me molesta. Si lo hago, molesto. Hablo sin un propósito real. Debería callarme más. Así sería más fácil todo, no?

No sirvo. No sirvo para estar callada porque necesito expresarme. Si no lo hago, me lastimo a mi misma. Los ataques de pánico vuelven si no saco mis pensamientos malos y si no puedo calmarme sola, me hundo. Y si hay una persona que puede hacerlo y no quiere, me hundo más, porque soy testigo de que la persona que quiero prefiere priorizar su orgullo antes que mi bienestar.

Estoy en blanco. No sé qué pensar ni qué hacer. Me pregunto muchas veces si algo tiene sentido en mi vida y, una vez más, estoy en blanco.